jueves, 9 de julio de 2009

24 por segundo

Te reís de todos los chistes?
Sos el cuarto de un ménage à trois


Todo parece cubierto de una fina capa de ese mismo material del que están hechos los sueños. Quedando distante como ecos de imágenes, voces, datos y acciones. Pero durante esa "mecanización" de la vida es imposible alejarse de la sensación de estar sentado justo detrás y bajo el cerebro, observando todo.
Mientras dure el pop y la coca-cola todo funciona de maravilla: El espectáculo es interpretado y reinterpretado una y otra vez. Cierta parte de uno se vuelve un ávido cinéfilo y aprende a ver el detalle de lo proyectado sobre la pantalla. Desde la envoltura y desenvoltura de sus personajes hasta los puntos que marcan el inicio de un nuevo rollo de cinta. Y aunque el guión apeste, los infinitos finales sean predecibles (además todos dan pie a una segunda parte que es aún peor que la primera), lo largo, lo lento de la cinta y aunque la sobreactuación sea un lugar común ese pequeño espectador no alza la voz, no se para y huye de la sala, ya sea para ir a su hogar o para cambiar de filme. Y jamás, pero jamás, habla con nadie de lo que ve. Pues en esa sala no hay nadie más que el.

3 comentarios:

  1. Totalmente, aunque tal vez estoy predispuesto a leer otra cosa de lo que escribiste.

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  2. Quisiera dejar un comentario con algun contenido de valor, pero no pueo mas que decirte que entiendo hasta los signos de puntuación de esta entrada en el blog.

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  3. Y sí, me extrañaría araña, que siendo mosca...
    Eso califica como un comentario con contenido de valor.

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