Piel y pisco, lengua de asfalto que rueda ya,
camino y callo, paso de esquinas derecho al mar
Sin saberlo descubro un canto viejo sobre la piel
Rueda que rueda, marcha discreta sobre el papel
Hojas inquietas, narices frías pegadas a la pared
Ya nadie se pregunta a donde van
Sus astillas ya no encienden la ciudad
Un cristal que se raja a la mitad
Mejor callarse y no volver a preguntar
o irse a acostar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario