Desde que tenia memoria había sido mas viejo. Todas las vecinas, tías y madres de amigos opinaban: Pero que maduro que es. Desde que tenia memoria le irritaban las personas, desde que tenia memoria
Desde que tenia memoria corría el ómnibus que doblaba la esquina y pasaba justo por cuadra de su casa; se tiraba sobre cartones por pendientes de pasto, jugaba en la vereda y andaba en bicicleta.
Desde que tenia memoria el mundo era un poquito mas gris de lo que había sido antes.
¿Antes? ¿Antes de que?
Fue una tarde de otoño. La vereda estaba cubierta de hojas que habían caído a lo largo del mes formando una espesa capa color marrón. Cada tanto, aparecía una roja u amarilla. Y era verdaderamente emocionante, aunque tal suceso fuese de lo mas usual.
Había pasado toda la tarde jugando con una pelota gastada. Lo parches de cuero ya se empezaban a descolgar del cuerpo de la bola, revelando la cosa gris que contenía el aire adentro. Se paraba en el cordón de la vereda y la pateaba formando un arco sobre la calle de forma que cayera justo sobre el filo del cordón contrario. La gracia, era que la pelota picaba hacia cualquier lado y había que correrla antes de que llegara a la esquina y de ahí a la calle, y de ahí a las ruedas de algún auto.
Una de estas veces (la que en todo caso nos importa) sucedió algo de lo mas particular. La pelota reboto pero en lugar de salir disparada en algún improbable ángulo se deslizo por el cordón y camino lentamente hasta la mitad de la calle.
El niño corrió hasta ella seguro de que no corría peligro y tropezó. Justo en el momento que levantaba la mirada para asegurarse que nada se acercaba vio como el ómnibus que entraba por su calle se detenía a unos escasos centímetros de su cabeza.
Esa noche comprendió algo que utilizaría el resto de su vida: La vida, la muerte, y todo lo demás no depende de la bondad o voluntad, sino de la suerte, y es es con lo único que se puede contar.
martes, 2 de noviembre de 2010
viernes, 22 de octubre de 2010
#481
Tip, tip, tip
El pasillo es largo. Las baldosas verdes y amarillas se repiten hasta el fondo, donde el mundo se dobla hacia el otro lado de la calle. Otros apartamentos, otras personas.
Tip, tip, tip
Todavía quedan algunas bombitas enteras que imprimen pequeños lamparones de luz sobre las paredes resquebrajadas.
En algún lugar hay una tele con demasiado volumen. Probablemente alguna vieja medio sorda, o algún vecino tapando los sonidos de su amante.
Tip, tip, tip
Algo goteaba. Esos sonidos que taladran el oido izquierdo. El piso estaba húmedo, probablemente fuese una canilla.
Busque las llaves dentro del cuero de la campera.
Y sin previo aviso:
Un gato se asomo por el codo del pasillo, el piso cambio de ángulo, el mundo se doblo y el olor a vomito me noqueo.
Media hora mas tarde, con la espalda sobre a pared y el culo en el piso me golpeo: El gato es ajeno, ese pasillo no va a ningún lugar, el vomito es mio, la campera no.
Es hora de cambiar.
Tip, tip, tip
Canilla de mierda
El pasillo es largo. Las baldosas verdes y amarillas se repiten hasta el fondo, donde el mundo se dobla hacia el otro lado de la calle. Otros apartamentos, otras personas.
Tip, tip, tip
Todavía quedan algunas bombitas enteras que imprimen pequeños lamparones de luz sobre las paredes resquebrajadas.
En algún lugar hay una tele con demasiado volumen. Probablemente alguna vieja medio sorda, o algún vecino tapando los sonidos de su amante.
Tip, tip, tip
Algo goteaba. Esos sonidos que taladran el oido izquierdo. El piso estaba húmedo, probablemente fuese una canilla.
Busque las llaves dentro del cuero de la campera.
Y sin previo aviso:
Un gato se asomo por el codo del pasillo, el piso cambio de ángulo, el mundo se doblo y el olor a vomito me noqueo.
Media hora mas tarde, con la espalda sobre a pared y el culo en el piso me golpeo: El gato es ajeno, ese pasillo no va a ningún lugar, el vomito es mio, la campera no.
Es hora de cambiar.
Tip, tip, tip
Canilla de mierda
lunes, 20 de septiembre de 2010
viernes, 17 de septiembre de 2010
#3560
Soy yo quien te retiene
Soy el que te mantiene lejos
Pues no es tu forma lo que me preocupa
Es tu contenido
Soy el que te mantiene lejos
Pues no es tu forma lo que me preocupa
Es tu contenido
viernes, 6 de agosto de 2010
#VII
Caminaba tranquilo por una noche, por una vereda. Sus pasos resonaban detrás suyo, justo detrás suyo. Cada tato giraba para asegurarse que los pasos que le seguían eran los propios y nunca ajenos.
El día no llega, el sol no cae, se desliza por debajo de todo y crece.
Los pasos se callan.
Solo queda un hombre.
Caminando.
El día no llega, el sol no cae, se desliza por debajo de todo y crece.
Los pasos se callan.
Solo queda un hombre.
Caminando.
sábado, 5 de junio de 2010
9
Qué
Qué qué
Qué me vas a decir?
Que una nube fría
Que una flor
Una flor
Una flor amarilla
Una flor
Que vivís a tropezones toda la semana
Que esperás y esperás
Solo para deslizarte por el Domingo
Con pena sin gloria
Que la flor verde, que la flor roja
Que el amanecer es la hora más fría
Que las horas son mentiras y que la flor
Y que la pena
Y que la entraña
Y que la hora
Y que el vaho de tu boca te recuerda a su boca, a la boca, a mi boca
A la boca-nada y esta boca-calle
La esquina del frasco de la noche
En la palma brillante del sol
Qué qué
Qué me vas a decir?
Que una nube fría
Que una flor
Una flor
Una flor amarilla
Una flor
Que vivís a tropezones toda la semana
Que esperás y esperás
Solo para deslizarte por el Domingo
Con pena sin gloria
Que la flor verde, que la flor roja
Que el amanecer es la hora más fría
Que las horas son mentiras y que la flor
Y que la pena
Y que la entraña
Y que la hora
Y que el vaho de tu boca te recuerda a su boca, a la boca, a mi boca
A la boca-nada y esta boca-calle
La esquina del frasco de la noche
En la palma brillante del sol
sábado, 15 de mayo de 2010
Road movie
Y ahí vamos,
Ahí vamos todos
En un carro infernal camino al final
Aullándole a la noche y la noche de vuelta
Al mundo entero con esa manía
Con esa manía
De entregarlo todo
Y no entregar nada
Ya nos vendieron todas las promesas en stock
Nos pusieron de ñata contra el vidrio
Gritaron, zarandearon y babearon órdenes de deseo
Y obedecimos
Entregando todo y entregando nada
Ahora volvemos
La venganza es finita y total
A cien kilómetros por hora tragando humo y polvo
Vomitando todo, diciendo todo lo que hay para decir
Raudos, veloces, camino al olvido.
Una vuelta errada
Luces de frente
Luces de freno
Cuatro venados
La venganza consumada
BLAM!
Ahí vamos todos
En un carro infernal camino al final
Aullándole a la noche y la noche de vuelta
Al mundo entero con esa manía
Con esa manía
De entregarlo todo
Y no entregar nada
Ya nos vendieron todas las promesas en stock
Nos pusieron de ñata contra el vidrio
Gritaron, zarandearon y babearon órdenes de deseo
Y obedecimos
Entregando todo y entregando nada
Ahora volvemos
La venganza es finita y total
A cien kilómetros por hora tragando humo y polvo
Vomitando todo, diciendo todo lo que hay para decir
Raudos, veloces, camino al olvido.
Una vuelta errada
Luces de frente
Luces de freno
Cuatro venados
La venganza consumada
BLAM!
miércoles, 7 de abril de 2010
jueves, 18 de marzo de 2010
Tardecita
Carlos estaba sentado en el escalón de la puerta de su casa. El día estaba pesado. Y entre cervezas tibias y alguna siesta ya había logrado pasar la mayoría de aquel apenas soportable verano.
Estaba ahí sentado. ¿Y qué hacía ahí sentado? Estaba esperando. Se suponía que Javier iba a llegar alrededor de las cuatro, ya eran las cinco menos cuarto y todavía no daba signos de vida. Justo pasaba una brisa tibia. Cerró los ojos y extendió su cara hacia el sol. ¿Cuanto más iba a demorar?
-¿Qué hacés tarado?-
-Eh?...-Entreabrió los ojos, la luz lo estaba matando. Se hizo una visera con la mano y distinguió la figura de su amigo envuelta en un halo de luz - Mirate vos...así con el sol detrás sos igualito a la virgen maría.-
Después de un leve intercambio de golpes, llaves y la búsqueda de dinero ya se encontraban camino a la rambla.
Javier era un tipo flaco, bastante más alto que Carlos y desde que tenían memoria siempre habían pasado los veranos en Montevideo. No por elección. Más bien se sentían de los pocos del barrio que no aprovechaban las achicharrantes temperaturas para viajar al Este, hacia climas iguales pero más cercanos al mar.
Delante de ellos se extendía el río de la plata y una multitud de lo más diversa que fue deliberadamente ignorada al rumbear hacia las rocas. Donde sabían no habría más que un par de pescadores sin mucho ánimo de charla.
En cuanto se acomodaron Javier, nunca lento ni perezoso, empezó a armarse un porro.
-¿Y tu vieja che? ¿Cómo anda?-
-Bien. Yo que sé. Después del ataque ese no lo vino nada más. Dice que si sigue bien le van a dejar volver a casa-
-¿Y tu viejo?-
-Bien, yo que sé. Viste que se borró mal. Cada tanto hablamos por teléfono, se fué con la mina a España. Igual me sigue pasando plata todas las semanas.-
-Es jodido...- La palabra terminó ahogada por el humo del faso - Yo que sé, son cosas que pasan boludo. ¿Sabés a quien me encontré el otro día?-
-No...a quien?- La voz de Javier seguía sonando seca intentando aguantar el humo. Se lo pasó a Carlos
-A Lucía-
-¿Y cómo está?-
Carlos le dió una pitada larga y profunda. -Embarazada-
-Que cagada...-
Estaba ahí sentado. ¿Y qué hacía ahí sentado? Estaba esperando. Se suponía que Javier iba a llegar alrededor de las cuatro, ya eran las cinco menos cuarto y todavía no daba signos de vida. Justo pasaba una brisa tibia. Cerró los ojos y extendió su cara hacia el sol. ¿Cuanto más iba a demorar?
-¿Qué hacés tarado?-
-Eh?...-Entreabrió los ojos, la luz lo estaba matando. Se hizo una visera con la mano y distinguió la figura de su amigo envuelta en un halo de luz - Mirate vos...así con el sol detrás sos igualito a la virgen maría.-
Después de un leve intercambio de golpes, llaves y la búsqueda de dinero ya se encontraban camino a la rambla.
Javier era un tipo flaco, bastante más alto que Carlos y desde que tenían memoria siempre habían pasado los veranos en Montevideo. No por elección. Más bien se sentían de los pocos del barrio que no aprovechaban las achicharrantes temperaturas para viajar al Este, hacia climas iguales pero más cercanos al mar.
Delante de ellos se extendía el río de la plata y una multitud de lo más diversa que fue deliberadamente ignorada al rumbear hacia las rocas. Donde sabían no habría más que un par de pescadores sin mucho ánimo de charla.
En cuanto se acomodaron Javier, nunca lento ni perezoso, empezó a armarse un porro.
-¿Y tu vieja che? ¿Cómo anda?-
-Bien. Yo que sé. Después del ataque ese no lo vino nada más. Dice que si sigue bien le van a dejar volver a casa-
-¿Y tu viejo?-
-Bien, yo que sé. Viste que se borró mal. Cada tanto hablamos por teléfono, se fué con la mina a España. Igual me sigue pasando plata todas las semanas.-
-Es jodido...- La palabra terminó ahogada por el humo del faso - Yo que sé, son cosas que pasan boludo. ¿Sabés a quien me encontré el otro día?-
-No...a quien?- La voz de Javier seguía sonando seca intentando aguantar el humo. Se lo pasó a Carlos
-A Lucía-
-¿Y cómo está?-
Carlos le dió una pitada larga y profunda. -Embarazada-
-Que cagada...-
sábado, 27 de febrero de 2010
The Rowing Song
There's no earthly way of knowing
Wich direction we are going
There's no knowing where we're rowing
Or wich way the river's flowing
Is it raining?
Is it snowing?
Is a hurricane a-blowing?
Not a speck of light is showing
So the danger must be growing
Are the fires of hell a-glowing?
Is the grisly reaper mowing?
Yes, the danger must be growing.
'Cause the rowers keep on rowing
And they're certainly not showing
Any signs that they are slowing!
-Roald Dahl-
viernes, 26 de febrero de 2010
E.L.A.P.
Si ves por el ojete de mi cara
no vas a encontrar nada
Si mirás por el ojete lleno de papelitos
te llenan el ojete de patadas.
Si ves por el ojete de la basura
la gente te va a empezar a señalar y a llamar "pichi".
Y ahí si que te quiero ver.
Gil
no vas a encontrar nada
Si mirás por el ojete lleno de papelitos
te llenan el ojete de patadas.
Si ves por el ojete de la basura
la gente te va a empezar a señalar y a llamar "pichi".
Y ahí si que te quiero ver.
Gil
La última hora del día
Un amasijo de carne, dientes y pelo
El olor dulzón del ron que calienta las venas
En las paredes, los manchones de humedad,
el humo te ahoga de a poquito.
Las ventanas que brillan reflejando el brillo de las luces y los ojos,
se reflejan....
pulsos.
Que vienen de distancias diferentes, lugares más allá de la visión.
La nieve, negra ya empieza a caer.
Y vas sorteando charcos, cruzando veredas mentales, corriendo al tiempo del nunca llegar.
A traves de semáforos, rojos, verdes, bancos...de plazas, de cines, de charlas. Tugurios e inimaginables enemistades callejeras. Canciones de paz y cumbias villeras.
El olor dulzón del ron que calienta las venas
En las paredes, los manchones de humedad,
el humo te ahoga de a poquito.
Las ventanas que brillan reflejando el brillo de las luces y los ojos,
se reflejan....
pulsos.
Que vienen de distancias diferentes, lugares más allá de la visión.
La nieve, negra ya empieza a caer.
Y vas sorteando charcos, cruzando veredas mentales, corriendo al tiempo del nunca llegar.
A traves de semáforos, rojos, verdes, bancos...de plazas, de cines, de charlas. Tugurios e inimaginables enemistades callejeras. Canciones de paz y cumbias villeras.
jueves, 11 de febrero de 2010
Viaje
Viajo en un ómnibus hacia afuera y a nuestro alrededor alguien proyecta una película.
Es de noche, el viento sopla con el fresco de la madrugada y la tormenta.
En el filme, se ve la ciudad oscura.
A nuestro alrededor y a diferentes profundidades hay luces que revelan cada una una porción del paisaje: luces amarillas, blancas y rojas. Un poco difusas, un poco quemadas.
Saeteamos a través de la noche granulada mientras otros pasajeros se van uniendo en tandas, de a uno, de a dos, de a tres. Yo intento ver a los hombres que sacuden el armatoste. Pego mi nariz al vidrio pero no les veo. "Deben de estar más abajo" pienso, y mientras pienso me doy cuenta: "Cuan mejor se ve la realidad filmada en 35mm!"
Es de noche, el viento sopla con el fresco de la madrugada y la tormenta.
En el filme, se ve la ciudad oscura.
A nuestro alrededor y a diferentes profundidades hay luces que revelan cada una una porción del paisaje: luces amarillas, blancas y rojas. Un poco difusas, un poco quemadas.
Saeteamos a través de la noche granulada mientras otros pasajeros se van uniendo en tandas, de a uno, de a dos, de a tres. Yo intento ver a los hombres que sacuden el armatoste. Pego mi nariz al vidrio pero no les veo. "Deben de estar más abajo" pienso, y mientras pienso me doy cuenta: "Cuan mejor se ve la realidad filmada en 35mm!"
Puro amor
Me levanto. Cuando apoyo los pies en el suelo siento el piso de madera y el aire tibio que se cuaja en la habitación. Enciendo un cigarro que aumenta la sensaciòn de calor agobiante y empiezo a caminar. Ella apenas se mueve en la cama. Me dedica una mirada aburrida, blonda, impertérrita.
El baño me recibe sucio y desordenado. Sin embargo, siendo una de las pocas habitaciones de la casa con baldosas me encuentro más fresco. Fumo en la oscuridad, me arden los ojos, los cierro. Me ataca la noción del dolor que recién hace su entrada triunfal a mi cabeza. Un gigante que de un salto se coló a mi cerebro.
Estoy sentado en el water cuando siento que alguien entra. Apenas atino a entre abrir los ojos para ver su figura traspasando el umbral de la puerta. No me siento revitalizado.
De pie se apoya sobre mi costado y me mira. No abro los ojos pero sé que me mira. Me mira como quien vè un animal que apenas aprueba.
Largo el humo del cigarro sobre su cara. La desprecio, cada dìa màs y màs. Un sentimiento recíproco que probablemente sea lo único que todavía me mantiene acá, encerrado en esta habitación.
¿Su reacción? Predecible. En un movimiento me tira la cabeza hacia atràs agrrandome por el pelo mientras mete la otra mano en mi pantalòn, màs como un hurto que una caricia empieza a darme caña. Y yo aguanto. Aguanto porque no quiero seguirle el juego, aguanto porque me da asco que sea como es, aguanto hasta que no aguanto màs y tomándole de por los hombros la estampo contra la pared que tengo en frente. Aprieto los dientes y mi cabeza gira a mil revoluciones por segundo alimentada por un solo combustible: "¡Venganza!".
La tomè, la usè como a una muñeca, como una niña, le dì de probar todo y todo lo recibiò gustosa. Arañando, mordiendo, pegando, aullando de placer y dolor. Y yo, que idiota, sentìa que con cada movimiento le apuñalaba, que aquello era un desafìo, una provocaciòn, un pelea.
Finalmente quedamos los dos tendidos en el piso del baño, alejados, apenas mirándonos, como sopesando el silencio y el calor.
-Me tengo que ir- "Para siempre" fue lo que me faltò decir, siempre fuì un cobarde, pero ella lo entendiò. Tanto una cosa como la otra.
-Sì, va a ser mejor- Dijo mientras examinaba un raspòn en su espalda. - Yo me voy a quedar acà, cerrà la puerta y dejà la llave-
Me levantè, me terminè de vestir y nunca màs pienso volver.
El baño me recibe sucio y desordenado. Sin embargo, siendo una de las pocas habitaciones de la casa con baldosas me encuentro más fresco. Fumo en la oscuridad, me arden los ojos, los cierro. Me ataca la noción del dolor que recién hace su entrada triunfal a mi cabeza. Un gigante que de un salto se coló a mi cerebro.
Estoy sentado en el water cuando siento que alguien entra. Apenas atino a entre abrir los ojos para ver su figura traspasando el umbral de la puerta. No me siento revitalizado.
De pie se apoya sobre mi costado y me mira. No abro los ojos pero sé que me mira. Me mira como quien vè un animal que apenas aprueba.
Largo el humo del cigarro sobre su cara. La desprecio, cada dìa màs y màs. Un sentimiento recíproco que probablemente sea lo único que todavía me mantiene acá, encerrado en esta habitación.
¿Su reacción? Predecible. En un movimiento me tira la cabeza hacia atràs agrrandome por el pelo mientras mete la otra mano en mi pantalòn, màs como un hurto que una caricia empieza a darme caña. Y yo aguanto. Aguanto porque no quiero seguirle el juego, aguanto porque me da asco que sea como es, aguanto hasta que no aguanto màs y tomándole de por los hombros la estampo contra la pared que tengo en frente. Aprieto los dientes y mi cabeza gira a mil revoluciones por segundo alimentada por un solo combustible: "¡Venganza!".
La tomè, la usè como a una muñeca, como una niña, le dì de probar todo y todo lo recibiò gustosa. Arañando, mordiendo, pegando, aullando de placer y dolor. Y yo, que idiota, sentìa que con cada movimiento le apuñalaba, que aquello era un desafìo, una provocaciòn, un pelea.
Finalmente quedamos los dos tendidos en el piso del baño, alejados, apenas mirándonos, como sopesando el silencio y el calor.
-Me tengo que ir- "Para siempre" fue lo que me faltò decir, siempre fuì un cobarde, pero ella lo entendiò. Tanto una cosa como la otra.
-Sì, va a ser mejor- Dijo mientras examinaba un raspòn en su espalda. - Yo me voy a quedar acà, cerrà la puerta y dejà la llave-
Me levantè, me terminè de vestir y nunca màs pienso volver.
martes, 9 de febrero de 2010
viernes, 29 de enero de 2010
Para hacer una canción de cuna
Venís de labruar ocho horas. Saliste a las diez de la noche, llegaste a tu casa al rededor de las once. Cenaste, charlaste un poco, miraste media película porque mañana entrás a las seis a.m. Entrar a las seis a.m. implica que tenés que levantarte a las 4 y estar en la parada cinco menos cuarto.
Te acostás como podés, tenés como costumbre acostarte tan temprano. Lo intentás. Entre el calor y el resto son las 2:30 y no te podés dormir. Das vuelta la almohada, abrís la puerta, abrís la ventana, 2:40 y nada.
Estás acostado; son las 2:45 y escuchás que de los escalones del pasillo un sonido. Un sonido que te hace recordar a los perros que tienen las uñas muy largas, "tick, tick". Un sonido que roeconocés como dos patas con garras apoyandose la baldoza del suelo. "Los perros están afuera y la gata está durmiendo" recordás. Inmediatamente corrés hacia la puerta, la cerrás y lo escribís.
Son las 2:54 y todavía no abrí la puerta.
Te acostás como podés, tenés como costumbre acostarte tan temprano. Lo intentás. Entre el calor y el resto son las 2:30 y no te podés dormir. Das vuelta la almohada, abrís la puerta, abrís la ventana, 2:40 y nada.
Estás acostado; son las 2:45 y escuchás que de los escalones del pasillo un sonido. Un sonido que te hace recordar a los perros que tienen las uñas muy largas, "tick, tick". Un sonido que roeconocés como dos patas con garras apoyandose la baldoza del suelo. "Los perros están afuera y la gata está durmiendo" recordás. Inmediatamente corrés hacia la puerta, la cerrás y lo escribís.
Son las 2:54 y todavía no abrí la puerta.
·0000·
Saboreo tu cuerpo, tu carne. Descorro los velos del silencio mientras me zambullo.
Te rodeo. Tu tiemblas.
Las manos recorren formas dando formas a nuevas especies, nuevas cosas. No los amantes que son, si no los que se desean ser o tener.
Y el sabor, el sabor a tabaco, a saliva, a sudor, a alcohol, a lápiz labial.
Con todo a flor de piel, y más solos que nunca.
Te rodeo. Tu tiemblas.
Las manos recorren formas dando formas a nuevas especies, nuevas cosas. No los amantes que son, si no los que se desean ser o tener.
Y el sabor, el sabor a tabaco, a saliva, a sudor, a alcohol, a lápiz labial.
Con todo a flor de piel, y más solos que nunca.
Cuarto intermedio
Dicen que se fue para siempre, que no va a volver
Dicen que le quemaron las pestañas, que no va a volver.
Dicen que se le volcó la noche hacia adentro,
que se intoxicó de sueño
que no va a volver.
Cuando llego a su cuarto es muy tarde
quizás le ahogó una maravilla,
quizás le mató una pesadilla.
No sé ni cuanto ni por qué,
lo único que se me ocurre hacer,
es pedir perdón.
Y esperar
y esperar.
Dicen que le quemaron las pestañas, que no va a volver.
Dicen que se le volcó la noche hacia adentro,
que se intoxicó de sueño
que no va a volver.
Cuando llego a su cuarto es muy tarde
quizás le ahogó una maravilla,
quizás le mató una pesadilla.
No sé ni cuanto ni por qué,
lo único que se me ocurre hacer,
es pedir perdón.
Y esperar
y esperar.
viernes, 22 de enero de 2010
Cactus
I GO OUTSIDE
TO TAKE A WALK
SNIFFING AROUND A CORNFIELD
LOOKING FOR A PIECE OF GRASS TO CALL MY OWN
I FIND THIS LITTLE GIRL WHO HAD FORESEEN IT ALL
SHE HAS A BAG OF SAND
A CUP OF GLASS
AND THUMBSTONES IN HER EYES
I TAKE HER HAND
WE START TO WALK
I AM NOT AFRAID TO DIE.
...
GOD
GOD
GOD
GOD
GOD
SEVEN TIMES THE BELL RANG
...STILL NO SIGN OF OBLIVION.
TO TAKE A WALK
SNIFFING AROUND A CORNFIELD
LOOKING FOR A PIECE OF GRASS TO CALL MY OWN
I FIND THIS LITTLE GIRL WHO HAD FORESEEN IT ALL
SHE HAS A BAG OF SAND
A CUP OF GLASS
AND THUMBSTONES IN HER EYES
I TAKE HER HAND
WE START TO WALK
I AM NOT AFRAID TO DIE.
...
GOD
GOD
GOD
GOD
GOD
SEVEN TIMES THE BELL RANG
...STILL NO SIGN OF OBLIVION.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)