viernes, 6 de agosto de 2010

#VII

Caminaba tranquilo por una noche, por una vereda. Sus pasos resonaban detrás suyo, justo detrás suyo. Cada tato giraba para asegurarse que los pasos que le seguían eran los propios y nunca ajenos.
El día no llega, el sol no cae, se desliza por debajo de todo y crece.
Los pasos se callan.
Solo queda un hombre.
Caminando.

3 comentarios:

  1. Es crucial girar el cuello dos por tres.

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  2. Hola!! Ya sabrás que sigo tu blog y seguramente el mio te interese. Disfruto y aprendo mucho con tu ingenio, tu manera de ver la vida, de vivirla, tu arte ... y de lo que nos transmites. Yo humildemente intento aportar lo que pueda, te regalo mis flores, te dejo paraguas, comparto contigo mi gente (compañeros de trabajo, familia,mis mascotas, mis vecinos, también mis vecinas!) y quizas estes esperando a que publique más fotos. En esto último mi cabeza divaga, duda y parece que nunca me voy a decidir... Y tú esperando ...

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  3. Los pasos que nos siguen más vale que sean los propios...

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