jueves, 22 de noviembre de 2012
Respirar
Recuerdo el olvido.
Recuerdo el momento insignificante,
la parodia de el gesto.
El olvido sí...lo recuerdo.
Recuerdo las calles y recodos,
recostados contra las barras de los bares.
La plaza del pueblo.
El silencio de la madrugada.
Recuerdo los ecos de una guitarra,
en el jardín de una casa.
El olor a la lonja y la cerveza.
El frío en la cara por el desvelo.
El calor de saberse acompañado.
En la inmensidad de el olvido.
Sí...lo recuerdo.
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