sábado, 27 de febrero de 2010

The Rowing Song








There's no earthly way of knowing
Wich direction we are going
There's no knowing where we're rowing
Or wich way the river's flowing
Is it raining?
Is it snowing?
Is a hurricane a-blowing?
Not a speck of light is showing
So the danger must be growing
Are the fires of hell a-glowing?
Is the grisly reaper mowing?
Yes, the danger must be growing.
'Cause the rowers keep on rowing
And they're certainly not showing
Any signs that they are slowing!
-Roald Dahl-

viernes, 26 de febrero de 2010

E.L.A.P.

Si ves por el ojete de mi cara
no vas a encontrar nada
Si mirás por el ojete lleno de papelitos
te llenan el ojete de patadas.

Si ves por el ojete de la basura
la gente te va a empezar a señalar y a llamar "pichi".
Y ahí si que te quiero ver.
Gil

La última hora del día

Un amasijo de carne, dientes y pelo
El olor dulzón del ron que calienta las venas
En las paredes, los manchones de humedad,
el humo te ahoga de a poquito.

Las ventanas que brillan reflejando el brillo de las luces y los ojos,
se reflejan....


pulsos.
Que vienen de distancias diferentes, lugares más allá de la visión.
La nieve, negra ya empieza a caer.
Y vas sorteando charcos, cruzando veredas mentales, corriendo al tiempo del nunca llegar.
A traves de semáforos, rojos, verdes, bancos...de plazas, de cines, de charlas. Tugurios e inimaginables enemistades callejeras. Canciones de paz y cumbias villeras.

jueves, 11 de febrero de 2010

San Valentín








http://pbfcomics.com/

Viaje

Viajo en un ómnibus hacia afuera y a nuestro alrededor alguien proyecta una película.
Es de noche, el viento sopla con el fresco de la madrugada y la tormenta.
En el filme, se ve la ciudad oscura.
A nuestro alrededor y a diferentes profundidades hay luces que revelan cada una una porción del paisaje: luces amarillas, blancas y rojas. Un poco difusas, un poco quemadas.
Saeteamos a través de la noche granulada mientras otros pasajeros se van uniendo en tandas, de a uno, de a dos, de a tres. Yo intento ver a los hombres que sacuden el armatoste. Pego mi nariz al vidrio pero no les veo. "Deben de estar más abajo" pienso, y mientras pienso me doy cuenta: "Cuan mejor se ve la realidad filmada en 35mm!"

Puro amor

Me levanto. Cuando apoyo los pies en el suelo siento el piso de madera y el aire tibio que se cuaja en la habitación. Enciendo un cigarro que aumenta la sensaciòn de calor agobiante y empiezo a caminar. Ella apenas se mueve en la cama. Me dedica una mirada aburrida, blonda, impertérrita.
El baño me recibe sucio y desordenado. Sin embargo, siendo una de las pocas habitaciones de la casa con baldosas me encuentro más fresco. Fumo en la oscuridad, me arden los ojos, los cierro. Me ataca la noción del dolor que recién hace su entrada triunfal a mi cabeza. Un gigante que de un salto se coló a mi cerebro.
Estoy sentado en el water cuando siento que alguien entra. Apenas atino a entre abrir los ojos para ver su figura traspasando el umbral de la puerta. No me siento revitalizado.
De pie se apoya sobre mi costado y me mira. No abro los ojos pero sé que me mira. Me mira como quien un animal que apenas aprueba.
Largo el humo del cigarro sobre su cara. La desprecio, cada dìa màs y màs. Un sentimiento recíproco que probablemente sea lo único que todavía me mantiene acá, encerrado en esta habitación.
¿Su reacción? Predecible. En un movimiento me tira la cabeza hacia atràs agrrandome por el pelo mientras mete la otra mano en mi pantalòn, màs como un hurto que una caricia empieza a darme caña. Y yo aguanto. Aguanto porque no quiero seguirle el juego, aguanto porque me da asco que sea como es, aguanto hasta que no aguanto màs y tomándole de por los hombros la estampo contra la pared que tengo en frente. Aprieto los dientes y mi cabeza gira a mil revoluciones por segundo alimentada por un solo combustible: "¡Venganza!".
La tomè, la usè como a una muñeca, como una niña, le de probar todo y todo lo recibiò gustosa. Arañando, mordiendo, pegando, aullando de placer y dolor. Y yo, que idiota, sentìa que con cada movimiento le apuñalaba, que aquello era un desafìo, una provocaciòn, un pelea.
Finalmente quedamos los dos tendidos en el piso del baño, alejados, apenas mirándonos, como sopesando el silencio y el calor.

-Me tengo que ir- "Para siempre" fue lo que me faltò decir, siempre fuì un cobarde, pero ella lo entendiò. Tanto una cosa como la otra.

-, va a ser mejor- Dijo mientras examinaba un raspòn en su espalda. - Yo me voy a quedar acà, cerrà la puerta y dejà la llave-

Me levantè, me terminè de vestir y nunca màs pienso volver.